El pasado 17 de diciembre de 2019, finalizaba en Darwin una expedición de 64 días atravesando el continente australiano. Fueron 4.805Km pedaleando en solitario por Australia Occidental y Territorio del Norte.

Paso a relataros de manera breve y concisa los principales factores de la dificultad de la travesía:

 -Altas temperaturas. Inusualmente elevadas, fueron las que provocaron los graves incendios en el sudeste del país con cuantiosas pérdidas materiales y en vidas humanas (y fauna). En las horas centrales del día tenía que protegerme a la sombra (bien de un pequeño arbusto, o bien “fabricando” la sombra con una manta térmica). Las temperaturas alcanzaban los 43-44-45°C. No era eficiente pedalear con esas temperaturas.

Hay un factor muy característico y muy determinante en Australia: las temperaturas por la noche son cálidas. No es como en otros desiertos que “refresca”. Algunas noches las pasaba a 30-32°C, lo que hacía el descanso muy penoso. No alcanzaba el sueño profundo, y me despertaba varias veces a beber y empapado en sudor.

-Falta de agua. Me proveía de agua en las comunidades aborígenes y/o en pozos de sabía que funcionaban. Muchos de los pozos que marcan los mapas están destruidos, o se ha podido caer algún animal dentro. Los locales son los que me confirmaban el estado de los mismos. Necesitaba unos 12 litros de agua al día, y aún así, iba constantemente deshidratado. A sumar a todo esto, debido a las altas temperaturas, bebía el agua a unos 50°C, lo cual no es precisamente refrescante. Para superar los tramos más remotos, tuve que cargar hasta con 38 litros de agua.

-Tramos muy solitarios. En el outback hay pocos puntos poblados, y ni que decir tiene que la escasez de víveres es frecuente. En las comunidades aborígenes, puntos habituales de provisión de agua y algún tentempié, no se puede encontrar nada fuera de la gama de productos muy básicos. Las distancias entre los lugares habitados estaban en una media de unos 180-200km, aunque en varios puntos llegaba a los 300km entre puntos civilizados, y en un par de tramos, rondaba los 500km (Gunbarrel y Tanami track).

-Amago de infección de orina. Debido a la suma de puntos anteriores, en las inmediaciones de la comunidad aborigen de Lajamanu, tuve un amago de infección de orina. Una situación incómoda y dolorosa que me tuvo varios días en la cuerda floja. Además, los plazos para no perder el vuelo de vuelta a Europa apretaban, y no podía permitirme el reposo que hubiese sido necesario.

-Moscas. Estaba constantemente rodeado de  entre 50 y 250 moscas, lo que lo dificultaba todo. Aparte, tenía que estar con la redecilla en la cabeza, pues si no era imposible hacer la tarea más sencilla. Esto, sumado a los otros factores y al poco confort de una expedición, hacía el día a día muy duro psicológicamente.

Con todo, ha sido una expedición inolvidable. Sin duda, una de las más difíciles de mi carrera deportiva.

Un fuerte abrazo,

Juan Sin Miedo

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